Dogma en Uniclub; Un ritual profano de hard rock y metal

 Dogma - Hermanos de Sangre - Uniclub - C.A.B.A. (29-04-2025)

Foto: Gonzalo Gomez @gnz_ph

Las "Monjas del Metal" volvieron a pisar suelo porteño para desatar otro ritual sonoro, y el Uniclub se convirtió, una vez más, en su templo. Desde temprano, la energía ya vibraba en el reducto de Almagro, con una multitud de fieles aguardando el inicio del espectáculo. 

Los encargados de preparar el terreno fueron Hermanos de Sangre, banda nacional que ofreció un show demoledor, calentando los motores para lo que vendría. 
A las 21:30, los primeros acordes de la intro instrumental "Forbidden Zone" empezaron a resonar. La atmósfera se cargó de expectativa hasta que emergió  Lilith, con su voz y presencia hipnótica. De inmediato, el resto de la banda tomó posición, y el público, completamente entregado, dejó claro que Dogma ya tiene una legión de seguidores dispuestos a corear cada tema con devoción.    
Dogma se mueve en las aguas del hard rock, con riffs afilados y estribillos pegadizos, pero no teme sumergirse en terrenos más agresivos con toques de heavy metal, como quedó demostrado en temas como "Made Her Mine".
La banda suena demoledora: Lamia y Rusalka se encargan de las guitarras, desplegando solos filosos y melodías poderosas; la base rítmica de Nixe, con su bajo que parece una extensión de su propio cuerpo, y la precisión implacable de Abrahel en la batería terminan de consolidar ese sonido sólido y avasallante. Y, por supuesto, Lilith, cuya voz se alza como el estandarte del grupo, cargada de magnetismo y poder. 
Dogma repasó temas de su álbum debut, con momentos memorables como "My First Peak", "Carnal Liberation", "Father I Have Sinned" y "Make Us Proud". También hubo espacio para una reinterpretación metalera del clásico de Madonna, "Like A Prayer", y para el explosivo single "Banned", con su inesperado aire tanguero. 
El público no dejó de corear, y el clímax llegó con un tributo instrumental a los titanes del metal: Pantera, Iron Maiden, Megadeth, Slayer y Metallica una selección que desató el delirio en el recinto. Para el cierre, como dicta su álbum, The Dark Messiah puso el broche final. Uno a uno, los músicos fueron abandonando el escenario sin mediar palabra, dejando que el sampler de teclados disipara el último vestigio de energía.   
Así concluyó este ritual profano, donde las Monjas del Metal reafirmaron su comunión con el público argentino, que, sin duda, aguardará con ansias su próxima visita. 

Cronica: Sergio Iñiguez 

Fotografia: Gonzalo Gomez  @gnz_ph