Exodus en Argentina: 40 años de sangre y thrash metal
El próximo domingo 12 de octubre, el Teatro Flores será testigo de una de esas noches que quedan grabadas en la memoria del metal. Exodus, leyenda viva del thrash, regresa a Buenos Aires en el marco de la gira 40 Years of Blood, una celebración que rinde homenaje a su debut discográfico Bonded by Blood, lanzado en 1985 y convertido con el tiempo en una de las piedras angulares del género. La cita será a partir de las 18 hs, con entradas disponibles a través de Icarus Music Store y los puntos de venta habituales.
Hablar de Exodus es hablar de los cimientos del thrash metal. Formados a fines de los años setenta en la Bay Area de San Francisco, los californianos fueron parte del caldo de cultivo de una escena que cambiaría para siempre la historia de la música extrema. Entre sus primeras filas pasó nada menos que Kirk Hammett, quien luego se uniría a Metallica, pero la verdadera impronta de Exodus se consolidó con Bonded by Blood. Ese debut fue un golpe directo al mentón: riffs veloces, actitud desafiante y una crudeza que rivalizaba con lo que hacían Slayer, Megadeth o Anthrax en aquellos mismos años.
Con el tiempo llegarían discos imprescindibles como Pleasures of the Flesh, Fabulous Disaster o Tempo of the Damned, además de los inevitables cambios de formación, parates y regresos. La pérdida de Paul Baloff, su vocalista original, en 2002 marcó un antes y un después, pero la banda nunca se detuvo. Hoy, liderados por Gary Holt (guitarra) y con Rob Dukes al frente de las voces, Exodus mantiene intacta la esencia que los convirtió en referentes de varias generaciones, completándose la formación con Tom Hunting en la batería, Jack Gibson en bajo y Lee Altus en guitarra.
La visita de este 12 de octubre no será un recital más: será la oportunidad única de escuchar en vivo, de principio a fin, Bonded by Blood, esa obra que definió la velocidad, la violencia sonora y el espíritu de resistencia que distingue al thrash metal. Además, la banda repasará clásicos de toda su carrera, garantizando un show arrollador para los fanáticos locales, que siempre recibieron con devoción a los gigantes del género.
Exodus no solo celebra cuatro décadas de música: reafirma
que el thrash sigue vivo, potente y sin concesiones. Para muchos será un viaje
al pasado, para otros un descubrimiento generacional, pero para todos será una
noche de sangre, sudor y riffs afilados.